Es un método que permite analizar las consecuencias financieras de las
decisiones de negocios. Para esto es necesario aplicar técnicas que permitan
recolectar la información relevante, llevar a cabo distintas mediciones y sacar
conclusiones.
Gracias al análisis financiero, es posible estimar el rendimiento de una
inversión, estudiar su riesgo y saber si el flujo de fondos de una empresa
alcanza para afrontar los pagos, entre otras cuestiones.
El análisis financiero ayuda a comprender el funcionamiento del negocio
y a maximizar la rentabilidad a partir de la actuación sobre los recursos
existentes. Los directivos pueden acceder a información sobre el efecto
esperado de las decisiones estratégicas.
Los inversores también apelan al análisis financiero para analizar el
grado de riesgo de sus decisiones y para fijar los objetivos a cumplir. Los
prestamistas y acreedores, por último, usan el análisis financiero para
determinar qué riesgo existe para el cobre de un crédito o préstamo.
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